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viernes, 15 de junio de 2007

Entre el propósito y la herramienta

La Gioconda con Paint


Un auto con Paint


Tanto en una como en otro clip, se ve claramente que el saber sobre el tema es anterior a la herramienta. Entender esto es una condición sine-qua-non para sacar provecho de las herramientas tecnológicas. Los americanos dicen: Garbich-in - garbich-out. Si ponés basura, lo que sale es basura. Nada, produce nada. Una forma algo cruda de referirse al constructo humano en relación con el hacer tecnológico. Uno hace con la herramienta, no es la herramienta la que tiene capacidad para hacer.


Este es -quizás- unos de los nudos más difíciles de desatar respecto a la cuestión de las implementaciones tecnológicas. Tanto la persona que hace la Gioconda como el que dibuja el auto, saben dibujar antes de saber usar el Paint. En el pimer video, eso se nota en la manera como el artista pone los colores, definiendo zonas. No está probando, como haríamos los neófitos. Tiene el dibujo perfectamente visualizado en su mente, antes de pasarlo al campo del cuadro. Pone las áreas de color que ocupan más lugar y sucesivamente va agregando las que van arriba (que se van a ver primero), y finalmente ilumina. Ese saber, tiene que ver con el ofico, con el arte de dibujar y no con la tecnología.

En el clip del auto, sucede lo mismo. El dibujante ha hecho un boceto previo, donde definió los volúmenes y lo que hace es el pasado en el Paint, como si lo pasara del lápiz a la tinta por los caminos analógicos.

La comunicación predominante que recibimos acerca de la tecnología es emitida por los fabricantes, no por los capacitadores. Resulta hasta lógico (dentro de la lógica del mercado capitalista) que el interés fundamental de quien emite estos mensajes sea el de vender el producto y para conseguir eso, dejen que persista la confusión entre el propósito y la herramienta.

Para quienes estamos involucrados en la docencia, esta es una batalla complicada, porque la subjetividad de esta época en ambientes legos le atribuye cierta omnipotencia a las herramientas tecnológicas. ¿Quién no ha escuchado alguna vez eso de: Con esa máquina, podés hacer cualquier cosa? Imaginería popular, sostén de un paradigma difundido que, entre otras cosas socava la predisposición a invertir esfuerzos en formarse, en aprender equivocándose, en persistir... Total, la máquina lo hace ¿no?

3 comentarios:

Gabriela Sellart dijo...

Daniel, una vez más encuentro que escribís con claridad lo que está desordenado en mi mente.
Agregaría que he pasado demasiadas horas en la web siendo testigo de hasta qué punto las máquinas no hacen.
Cuando uno se encuentra con la verdadera acción, sospecha que esa acción ocurre también sin tecnología. A veces hasta temo que acá, en Argentina, se intente tapar con tecnología lo que la educación no puede dar. Me encuentro con demasiados widgets y poco contenído. Tal vez no tendría que estar escribiendo esto, pero es lo que hoy, después de haber pasado varias horas explorando edublogs, siento y pienso.
gabriela

Gabriela Sellart dijo...

Leyendo algunas frases de tus posts, sospeché alguna influencia lacaniana. Ahora veo que lo citás. Sospecha confirmada.
gabriela

Claudia Ceraso dijo...

Daniel:

Llego hasta tus blogs via Gabriela Sellart. Me alegro del descubrimiento.

Reflexionando sobre la identidad de los bloggers, encuentro en este post algunas claves. El blogger escribe contenidos desde un lugar entre 'el propósito y la herramienta'. Porque suceden cosas -como este encuentro- que sin la herramienta no existirían.

Me gusta la imagen de "desatar nudos". Si reemplazo la frase "saben dibujar" por "saben comunicar", tu post me dice cosas muy interesantes sobre cómo un docente ilumina el camino a un alumno.