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martes, 14 de octubre de 2008

Un monstruo grande y prepotente












Dos amigos compraron dos chocolates iguales y cada uno lo dividió en partes iguales. El gráfico muestra las partes del chocolate que comió cada uno. ¿Qué parte comió cada uno?¿Los dos comieron la misma cantidad de chocolate? Es decir que resultan....

Mientras pensaba este post, participaba, vía msn, como observador privilegiado en la construcción de la ilustración que encabeza esta publicación. Cuando estuvo finalizada me dí cuenta que estábamos casi en la misma sintonía. Yo hablando de la escuela secundaria y Krashman dando forma a un monstruo grande y prepotente. Entonces cambié el título. Había comenzado a escribir el artículo con el nombre del ejercicio: Fracciones equivalentes.

El texto y el gráfico que se muestran junto a la ilustración, son parte de una fotocopia (obtenida seguramente de un libro y violando expresamente la ley 11.723 de Propiedad Intelectual) que la Escuela Avellaneda de Rosario, reparte (por la módica suma de $1.-) a cada alumno de 8vo. grado (primer año, del ciclo básico). Pibes de 14 años, entre los que está mi hijo menor.

¿Realmente alguien creerá que sea posible entender la propuesta del ejercicio con ese nivel de información? Las áreas de referencia en el gráfico ¿no deberían estar indicadas con un poco más de afecto por el mensaje?¿No debería el texto haber sido un poco más preciso, más sustancioso, más creativo? Cuando hablamos de mejorar la calidad educativa ¿de qué estamos hablando exactamente?
En el aprendizaje de la matemática existe un folclore sobre las dificultades de ser apto para..., que genera emociones negativas. Estas emociones muchas veces obturan el pasaje a la síntesis, a la adquisición de ese nuevo saber que enriquece saberes anteriores. Así se rompe la relación dialéctica, y se abandona el contenido, o se hace un como si de aprendizaje, recitando conceptos vacíos de contenido, estudiando de memoria.
Este texto tiene un autor, una editorial, una serie de funcionarios que lo aprueban hasta llegar al ministro de educación que es el que firma para darle status curricular. Después, recién después, hay un docente que lo elige, encarga las fotocopias donde sean más baratas y pocas veces se asegura de que el recurso didáctico no se vea empobrecido a causa del exceso de celo en evitar la sobrecarga económica.
¿Qué rol debería tener el docente en este momento? Todo depende de su propia concepción acerca del sujeto que aprende. En algunos casos, el docente utiliza el conocimiento como arma de poder, se siente el dueño del saber que va a transmitir, reconociendo en sus alumnos a sujetos aptos o no aptos para dicho aprendizaje.

Efectivamente, el alumno cree que el docente "es la materia", que el docente "es" el objeto de conocimiento. Hacia él dirige muchas veces sus emociones. El problema surge cuando también el docente cree que "es" la materia o el objeto de conocimiento y por tanto, considera que todos los ataques que se le puedan hacer al objeto de estudio se los dedican a él.

En el otro extremo están ellos, de los que se espera, sin explicar nunca cómo habrían de hacerlo, que aprendan lo que son Fracciones equivalentes, dando un paso más en el camino de la formación de su pensamiento abstracto. Todo el sistema olvida explicarles para qué le servirá comprender qué son las fracciones y cuándo se les llama equivalentes.

Lo que nunca se les olvida es de cargar todas las tintas sobre los alumnos. Los que reciben mala nota, si no aprueban, por supuesto son los pibes. Luego, empezando desde ellos se construye un discurso esquizofrénico destinado a invisibilizar las responsabilidades de toda la cadena que produce ese resultado: hay altos niveles de deserción, los pibes no quieren estudiar, cuando se enfrentan con un examen de ingreso no hay forma de que superen los mínimos admisibles... La responsabilidad, se discursea, es de ellos...

Los textos encomillados corresponden al artículo (de lectura recomendable) Para que las ciencias no sean tan duras. Las autoras, Carolina Gunther y Claudia Soto, psicólogas sociales y docentes secundarias de Matemáticas y Ciencias Biológicas, comparten en estas páginas su experiencia de articulación de ambas profesiones con la enseñanza de las ciencias llamadas duras.

Evidentemente, otra enseñanza es posible...

Más sobre las ilustraciones de Krash, en su blog.

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